Hablemos de la
Tánatosmicrobioma.
Las investigaciones científicas están logrando obtener
grandes avances en el conocimiento de las interacciones microbianas post
mortem.
Cuando mueren los denominados organismos de orden superior,
entre los que se incluye a los seres humanos, los billones de microbios que
viven en ellos comienzan a iniciar la práctica de la descomposición.
El proceso se inicia dentro de los primeros minutos después
de que el cuerpo ha dejado de funcionar y se prolonga durante varias semanas, o
meses, hasta que el organismo se descompone completamente.
El estudio realizado por un equipo de investigadores
estadounidenses, permitió dar origen a un nuevo término científico: el
tánatomicrobioma, es decir, el microbioma existente en un organismo animal,
después de su muerte, distinto y diferenciado de otros organismos macrobianos,
como los insectos que intervienen en la descomposición de un cuerpo.
Así, fue descubierto que las mismas bacterias que prosperan
en determinadas partes del cuerpo, mientras éste se encuentra vivo, migran
hacia otras zonas, cuando el organismo muere, buscando nuevos ámbitos en los
que desarrollarse.
DATOS CURIOSOS:
¿Cuáles son las 10 funciones corporales que continúan después
de la muerte?
DATO CURIOSO NÚMERO
1. Crecen el cabello y las uñas. En realidad, esta es una creencia
proveniente de un engaño del cuerpo. Aunque las uñas y el pelo parecen crecer
durante los días posteriores a la muerte, lo que en realidad sucede es que la
piel se contrae. El cuerpo no produce más tejido, sino que la epidermis pierde
humedad y se encoge, dejando al descubierto más pelo y haciendo que las uñas
parezcan más largas.
DATO CURIOSO NÚMERO
2. Se mantiene cierta actividad cerebral. Cuando nuestro corazón se
detiene, las células del cerebro comienzan a pelear entre sí por el poco
oxígeno y nutrientes que quedan una vez que se interrumpe la circulación
sanguínea. Esta lucha dura hasta provocar un daño cerebral irreparable. Sin
embargo, con las drogas apropiadas administradas en el momento justo, la
actividad del cerebro humano puede mantenerse intacta durante varios días sin
depender de la actividad cardíaca.
DATO CURIOSO NÚMERO
3. Crecen las células de la piel. Mientras que la pérdida de circulación de
la sangre puede matar al cerebro en cuestión de minutos, otras células no
tienen tantos requerimientos; como las células de la piel. Acostumbrados a
vivir en la periferia del cuerpo y nutrirse a través del ósmosis, pueden
permanecer vivas durante días.
DATO CURIOSO NÚMERO
4. Se expulsa orina. Creemos que esta es una función voluntaria, ya que
podemos controlarlo, aunque tengamos ganas de ir al baño. Una parte de nuestro
cerebro está siempre a cargo de esta función; la misma parte que se encarga de
regular la respiración y el latido del corazón. Es la misma porción del cerebro
que afecta el alcohol: si bebes demasiado podrías orinarte y probablemente ni
siquiera te des cuenta. El rigor
mortis endurece los músculos, pero esto no sucede hasta horas después de la
muerte: los minutos siguientes al deceso, los músculos se relajan, provocando
que la gente orine, aunque esté muerta.
DATO CURIOSO NÚMERO 5.
Se eliminan desechos. Todos sabemos que en tiempos de estrés el cuerpo
elimina los desechos. Es normal que necesitemos ir al baño antes de un examen,
una entrevista de trabajo, un viaje o cualquier otra situación que nos ponga
nerviosos. Una vez que morimos, nuestro cuerpo elimina los desechos en forma de
excremento y puede ocurrir varias horas después de la muerte.
DATO CURIOSO NÚMERO
6. La digestión continúa. Resulta
que cuando mueres, tu cuerpo se encarga de algo más que de eliminar desechos.
No olvides que compartes tu cuerpo con una gran cantidad de otras criaturas, la
mayoría de ellos muy beneficiosos. En este caso hablamos de las bacterias que
viven en el interior de tu intestino no mueren sólo porque tú lo haces. Si bien
muchas de ellas son parásitos, algunas son una gran ayuda para el proceso de digestión,
y hacen parte del trabajo por ti. Tú mueres, pero ellas siguen trabajando.
DATO CURIOSO NÚMERO 7.
Erecciones post-mortem. Aunque no lo creas, esto sucede. Técnicamente es un
priapismo, y se observa en los cadáveres de hombres que fueron ahorcados; la
presión en el cerebelo, creada por el lazo de la soga utilizada para ahorcar
provoca este fenómeno. Al morir por colgamiento, ya sea una ejecución o un
suicidio, la lesión que sufre el cuerpo afecta a los genitales. También se
observa en personas que sufrieron disparos de armas de fuego que provoquen
heridas en el cerebro, vasos sanguíneos mayores, o muertes violentas por
envenenamiento.
DATO CURIOSO NÚMERO
8. Los músculos pueden moverse. Muchas enfermeras son testigos de este tipo
de sucesos. Algunos músculos continúan moviéndose, aún después de la muerte: el
sistema nervioso puede mantenerse vivo durante un tiempo, enviando señales a la
médula espinal que provocan espasmos y tirones en algunos miembros.
DATO CURIOSO NÚMERO 9.
Vocalizaciones. Nuestros cuerpos están llenos de gases; no es fácil escucharlo,
pero es cierto. Al morir, todo ese gas se incrementa por la actividad bacteria
en nuestro tracto digestivo y buscan una salida. Una de las vías más accesibles
para abandonar el cuerpo es la tráquea. Los quejidos, gruñidos y otros sonidos
más bien guturales y primitivos que algunas personas escucharon salir de la
boca de un muerto se deben a que dichos gases tienen que pasar por un conducto
contraído por el rigor mortis.
DATO CURIOSO NÚMERO 10.
Dar a luz. Aunque parezca ciencia
ficción, existen casos documentados en que una mujer embarazada muere y al poco
tiempo su cuerpo expulsa al feto, un fenómeno que lleva el horroroso nombre de
“nacimiento en ataúd”. Su explicación científica también tiene que ver con la
relajación de los músculos y el incremento de los gases internos, combinación
que termina por empujar hacia afuera todo lo que haya al interior de un cuerpo,
así sea del tamaño de un bebé.
Que increíbles datos me encontré en internet, mi intención
es compartirles un poco de los temas que me llaman la atención.
Espero les haya gustado.